¿Qué está pasando en la mente de las generaciones de hoy?, ¿qué pasa con los alumnos? ¿qué los impulsa a seguir en la escuela?, ¿en realidad están interesados en lo que aprenden? ¿ese interés les generará un aprendizaje que perdure para toda su vida?, y si no están interesados ¿quién genera ese desinterés? ¿qué factores intervendrán?, ¿qué podemos hacer como educadores para poder volver los ojos, la atención, la disposición y la emoción de los alumnos por los conocimientos que se aborda día a día en el salón de clases?, estas y muchas más interrogantes se hacen con mucha frecuencia en las mentes de los docentes que cada día pierden a los alumnos, se genera un abismo entre maestro-alumnos, enseñanza- aprendizaje, en sí en la manera en que los alumnos perciben, aceptan, captan los conocimientos, reflejado en el entusiasmo, emoción y alegría por recibirlos.
Lo anterior es lo que se observa en el salón del 2º “D”, donde los alumnos sólo asisten a la escuela porque los mandan, los obligan y al llegar a ella y estar en el salón de clases con su docente abordando los contenidos de las diferentes materias, los alumnos simplemente están de cuerpo presente pero en realidad no perciben un interés, utilidad ni motivación para recibir ese cúmulo de aprendizajes y experiencias que se reciben dentro del aula, de tal forma que ellos puedan encontrarles un verdadero sentido.
Por ejemplo al abordar el tema de la Ilustración los alumnos no lograron percibir una verdadera utilidad a este tema, no lograron ver cuál era su influencia con la actualidad, pues como maestros también jugamos un papel decisivo en la forma en que los alumnos perciben cada materia, dependiendo de la forma en que se la impartamos, los materiales que utilicemos, el estado de ánimo tanto del docente como el de los alumnos, en fin un conjunto de factores que beneficiarán que el alumno este atento, interesado y motivado por nuestra clase; la situación que se vive a diario con los alumnos es preocupante pues en lugar de atraerlo hacia el conocimiento, el aprendizaje, que vean a la escuela como signo de crecimiento, apoyo para crear un mejor presente y futuro, lo estamos guiando a que se torne un lugar de tortura.
Por tales circunstancias he abordado el tema de la motivación como un medio para atraer al alumno de nuevo al conocimiento y al agrado por las materias en especial en Historia y realizar las actividades que se proponen, pues la motivación es “un medio para desarrollar intereses, promover la curiosidad y favorecer estados anímicos positivos” (Tirado, 2000), como menciona el mismo autor, lo más importante para la formación de un alumno es su motivación, si está interesado por lo que aprenden, pondrá dedicación y no se le dificultarán sus estudios, lo hará por su propio gusto.
Es así que se toma como eje de atención hacia los alumnos en la materia de Historia la Motivación Intrínseca, pues se pretende que los alumnos lleguen al conocimiento por su propio gusto sin sentirse obligados y que al mismo tiempo esa actividad les genere placer y seguridad para poder obtener aprendizajes realmente significativos.
Como menciona Woolfolk, la enseñanza crea motivación intrínseca al conectarse con los intereses de los estudiantes y al fomentar las capacidades en desarrollo.
Es un gran reto pero trataré de hacer lo que esté en mis manos para poder tener logros en atraer a los alumnos de nuevo al conocimiento por medio de la motivación.
